• twitter
  • rss

.

Subida a su espalda, pase mis manos por su cuello pegándome a el, a causa del frío, y de ese aroma tan embriagador que me aturdía, si le hubiese conocido de mas le preguntaría la colonia, porque no era normal, era una de esas colonias, que puedes pasarte todo el día moviéndote, con la excusa de olerla.Estaba tan ensimismada, que no me di cuenta de hablarle, tampoco había ningún tema de conversación posible pero me estaba ayudando con mi tobillo y llevándome a casa.
-Bueno tu no me has dicho tu nombre-Dije medio sonriendo.
-¿Y te lo mereces? mira que si te lo digo morirás- Sonrió burlándose
-Deja de hacer el payaso y dímelo, por favor-dije en un tono más serio
-Esto ya pierde la magia eh? Me llamo Sergio.
-Bonito nombre -sonreí.
-Nada comparado con Aroa la verdad, bueno ya estamos llegando.

No me lo podía creer. no ahora no, era majo, necesitaba saber sobre el, sabía que lo había visto antes...
Ya divisaba las farolas, y a todos mis amigos pegando gritos, Sergio se acerco lo bastante para que viniesen Cristina y Diego.

-¿Dónde te habías metido?-Me miró cristina diciéndome seria,no se había percatado de Sergio.- ¡¿Estás loca o que?! madre mía.
-¡Cristina para! Me he roto el tobillo necesito ir a un hospital ¿vale?.

Sergio me susurró al oído:
-Yo me marcho ya, que parece que tienes buena compañía- se acercó y me dió un beso en la cabeza alejándose rápidamente.

Aturdida otra vez por la fragancia y tantas voces a mi alrededor no pude decirle nada, mierda, ahora como hablaré con el, no tengo nada suyo solo su frangancia pegada a mi ropa.
Después, cuando llegamos al hospital, me encontré en una camilla con un doctor revisando mi tobillo, después de hacerme la radiografía, me escayolaron el pie.Llegué a mi casa y solo me esperaron más gritos, pero yo me concentraba en oler la esencia todo lo que podía, me tenía hipnotizada. Estuve semanas sin salir de casa ya que con el pie escayolado no podía moverme. Un día llamaron a la puerta de casa y no había nadie en casa, así que tuve que levantarme y grité:
-¡Ya va!
Me asomé a la mirilla y le vi, vi su rostro y me vino su olor a la memoria. ¿Qué hace aquí? pensé, mierda y yo sin arreglar...mierda mierda decidí abrir.

0

.

Seguí al chico detrás de él, era tan ágil y yo tan patosa, él esquivaba cada rama, y yo me tropezaba, a veces se oían risitas burlonas, supongo que serian al oírme tropezar. Estaba todo lleno de niebla no veía absolutamente nada pero el caminaba tan ágil…

-Malditos hoyos…- murmuré
-¿ Algún problema? – me dijo con esa sonrisa tan dulce
-Ninguno- sonreí para no parecer tan torpe
Había algo inquietante en ese chico estabas a gusto a su lado pero a la vez sentías como algún tipo de amenaza, no estaba tranquila.

-Oye una preguntita…
-Si dime
-¿Tú vives por aquí cerca?
-Sí-sonrió- pero hace 1 semana que me mudé.
- Ah vale 
Era rarísimo ese chico me resultaba muy familiar pero no le había visto nunca…          Pensaba en algunas vacaciones algo en lo que le pudiera haber visto pero no conseguía recordarlo. Dejé de pensar en ello y opte por la opción de que podría haber tenido un deja vu. No podía dejar de pensarlo por más que quería dejar de hacerlo. En un instante estaba cayendo otra vez a la húmeda tierra del bosque pero cuando mi cara estaba solamente a 5 cm del suelo, una mano tocó mi hombro y me sujetó. Estaba asustada tenía el corazón latiendo y mi tobillo, me dolía de una manera increíble…
-¿Estás bien?- Me dijo con cara de preocupación parecía que a él también le doliese.
-No muy bien me duele bastante el tobillo ah…creo que me lo he roto.-dije con lágrimas en los ojos.
-Déjame ver…-me examinó el tobillo con delicadeza y sus manos frías por la noche me aliviaban el dolor- Parece que te has hecho un esguince bastante grave…ay señorita que no me dice su nombre…te tendré que llevar a caballito así no puedes caminar…
-Pff perfecto mis padres me mataran…Vale-dejé ver una sonrisa con mis lagrimas del dolor- ¿podrás conmigo?
-Seguro-Sonrió como si no se dedicase a otra cosa que salvar adolescentes-Si no pesas nada seguro. – Me cogió a caballito.
Pasaron 5 minutos iba más lento de lo que iba antes, creo que debería decirle mi nombre, de momento se ha portado bien conmigo.

-Aroa me llamo Aroa – Dije sonriendo

2

.

De repente volví a la realidad, abrí los ojos y estaba ahí sentado en frente de Cristina, comprendí que no podía decirla que la quería, sonaría muy raro si le dijese eso ahora después de unas horas de conocerla.

-      -Dime Diego que querías decirme
-     -Me reí- nada era una tontería, quería saber que tal tu ojo y eso
-      -Sonrió forzosamente.-bien gracias…-se quedó como algo triste- volvemos con los demás?
-      -si como quieras.

Aroa:

Cristina y Diego tardan mucho…¿Dónde pueden estar?.No sabía que hacer casi todas las parejas se habían ido y quedaban unos cuantos que no conocía. Decidí esperar así que di una vuelta por el parque, iba con la cabeza agachada no sabía dónde estaba, eso estaba lleno de arboles…Seguía caminando intentando volver, pero no sabía exactamente por donde entré…De momento sonó mi móvil, tenía poca batería y no había cobertura, tenía que salir lo más rápido de allí. 
Sonó un ruido extraño, como una rama partiéndose con la pisada de algo o alguien, salí corriendo en cualquier dirección,  mi corazón cada vez latía mas, cada vez más fuerte, mi resistencia se  acababa y yo no me orientaba…De pronto mi pie se hundió en el suelo y caí, las hojas me amortiguaron la caída. Mis manos se arañaron y mis pantalones se rasgaron, mi pelo estaba enmarañado, tenía los ojos abiertos, no se donde había caído, solo estaba concentrada en mi cuerpo, en si me respondería.
Abrí los ojos y miré al cielo pero no fue eso lo que me encontré,  fueron unos ojos verdes, una mandíbula y las facciones bien marcadas, tenía el pelo rubio, un pelo peinado imperfectamente pero a la vez perfecto para ser imperfecto.
-      -¿Estás bien?- con una sonrisa burlona.
-      -Em..si bueno sii estoy bien – dije tartamudeando ante el aspecto del chico-
-   -  -A juzgar por tu aspecto no lo estas jajaja
-      -Que gracioso…me he caído ¿me ayudas a levantarme?
-      -Em..me lo pensare…-se rió, no sé porque me molesto tanto pero me levante rápidamente
    -Eii era una broma!!
-      -¿Si no? Es que estoy de mal humor!
-      -¿Por?
-      -Pues mírame – Dije señalándome – Estoy hablando con un desconocido y encima estoy hecha una mierda, perdida en este sitio
-     - Pues señorita desconocida está en su día de suerte, el desconocido sabe volver a la civilización
-      -Pues la señorita lo va a intentar sola
-      -Vale, pero quiero divertirme, a ver donde llegas..
-      -Pues muy bien- Dije con chulería, me molestaba que los chicos fuesen así de creídos-

    La verdad no tenía ni idea de cómo volver y el sí, pero como fiarme de él si ni siquiera sé cómo se llama.. caminé mientras él se reía
-     - ¿ Te resulto graciosa?
-      -Un poco la verdad…-dijo riéndose- si fuese el juego de frio o caliente…estarías heladísima…
-     - Mira no puedo perder más tiempo llevo aquí media hora.¿Me llevas a la “civilización”?
-     -Si, jajaja sígame señorita

0

.

Diego:

Estaba muy nervioso no sabía cómo decirla esto así, ahora, a la cara, con esos ojos que me encantaban, esos ojos que me encandilaban, no podía dejar de mirarlos cada segundo, ella parecía tan frágil a mi lado que no sabía cómo decirla lo que sentía. 
Esto era demasiado fuerte y ella tan … débil. No podría hacerla daño de ninguna manera. Si ella no me quería tendría que estar siempre a su lado apoyándola y ojalá pudiese pasar la vida con ella con su mirada, su sonrisa…

-      -Dime – dijo Cristina mirándome a los ojos
-      -Esto…que haber…- No paraba de titubear, pero los ojos que tanto me gustaban me hacían ponerme de los nervios.

De repente una sombra apareció detrás de Cristina, yo me quedé mirando detrás del banco ahora con más atención que a sus ojos. Había algo que no me gustaba aquella noche.

-Esto Cristina…a ver cómo te lo explico.-dije con una risa nerviosa.

No podía hacer otra cosa, tenía que hacerlo pero no quería, todo era por ella, la razón de mi existencia.

-    -  Cristina no te asustes  y perdóname, pero hay veces que sobran las palabras y creo que esta es una de estas veces – dije sonriéndola y mirándola a los ojos.
-       -¿Por qué?¿ Por qué tengo que perdonarte?
-      Por esto – la besé, un beso rápido pero tierno.
   
     Creo que la he cagado, dije en mis adentros, no, esta no es una buena forma, dios Diego, piensa. No podía cagarla y sabia que esta forma era muy de película.

-      -Perdón Cristina, lo siento de verdad- dijo Jorge
-     - Esto…Diego..

Miré al otro lado a Cristina estaba temblando, normal…

-      -¿Cristina estas bien? – me acerqué un poco
-      -Eh…eh…- titubeó
-      -Lo siento enserio
-      -Pero, pero ¿por que lo sientes?

Se me abrieron los ojos

-     - Esto…quizás he sido un poco bestia..no se lo siento

Me interrumpió con un beso lento profundo…

0

.

Entraron Cristina y diego por la puerta del restaurante cuando nosotros estábamos recogiendo las cosas que habíamos tirado.

-      -¡Madre mía Dieguito como aprovechas el tiempo!– gritó Jorge un chico del equipo
-      -Solo la ayudaba con el ojo
-      -Si si....¿Cual de ellos?
-      -Joder Jorge…como te pasas, anda cállate un ratito.

Mientras Cristina, Silvia, Raquel y yo empezamos a hablar las 4 en un rincón de la mesa sobre que había pasado fuera.

-      -Eh tía-reímos al unísono- ¿Qué ha pasado ahí fuera eh?-dije
-     -Esto... -Cristina ´rió avergonzada- nada tía, es mas mono me ha ayudado a quitarme el arroz del ojo. –dijo Cristina
-      -Ains...-rió Raquel-¡Que  monoo! – Imitando a Cristina
-      -Pues chica al ataque!! Ajajaja –Silvia
-      -Es que no le habeiss visto los pectorales ahí marcados– dijo Cristina riéndose.

Nos quedamos las 4 mirando embobadas a Diego los pectorales hasta que se dio cuenta y nos dijo:

-     - Chicas estáis fatal .
-      Empezamos a reírnos todas – ¡¡Pecho lobo!!-

Se empezaron a reír todos los chicos menos Jorge que miro muy mal a Diego.
Pero Diego actuó como si no le importase nada la mirada de Jorge y le guiñó el ojo a Cristina.
Salimos del restaurante todos en grupo, yo estaba hablando con Cristina sobre que podía hacer con Diego, porque después del guiño no podía quedar así, asique discutimos varias opciones hasta que llegamos a un parque con varios bancos, Cristina se sentó al lado mía y hablamos.
-      -Joder tiaa… ¿le has visto?¿Y cuando me ha guiñado el ojo??
-      -A mi me hace eso y..-Contesté con una sonrisa
-      .anda que...-Cristina se rió- no sigas que ya te conozco -Se rió conmigo
-      -Pues eso para adelante.Quieres que hable con él?
-      .¡¡Que dices tía no!!
-      .Va, tú te lo pierdes – Empecé a hacerla cosquillas

Diego se acercó a nosotras y le dijo a Cristina que si podía acompañarle un momento a un sitio ella aceptó. Cuando estaban en un banco sentados empezó a hablarle Diego.

-      -Em esto Cristina…tengo que decirte algo…

0

.

                                      Capitulo 2

Cristina y yo saludamos a Raquel, Alex, Silvia y Mario. Después nos presentaron a los chicos del equipo. Estuvimos dando una vuelta por el barrio cuando Cristina se me acercó y me dijo con emoción:

-          -Joder…como está el de los ojos azules… madre mía tía, ¿tu le has visto?

-      No pude hacer otra cosa mas que reírme - es que si la verdad, bueno te lo dejo para ti eh, que después de lo que hemos pasado nos lo merecemos.

-       -    ¡Capulla! tu tuviste algo- Me dijo sonriendo
-     - ya pero eso ya paso ahora soy una nueva Aroa-Me reí
Después de la conversación me fui a hablar con Silvia, mientras Cristina tonteaba un poco con el chico de los ojos azules, se llamaba Diego.

Se llevaban bastante bien pasamos la tarde y ya era de noche, llamé a mi madre por si podía quedarme a dormir en casa de Raquel .

-     - ¡Confirmado!¡ me dejan!
-      Con una sonrisa raquel me dijo-¡va  mola every night juntas!.
-      -Si ya veras…grrr - Nos reímos las dos sin parar

Fuimos al chino a cenar, Cristina y yo nos sentamos en frente y nos empezamos a tirar bolitas de arroz , a la pelea se unieron Silvia y Raquel y así empezó toda la pelea . Una de las bolas fue a parar en el ojo de Cristina y salió corriendo hacia fuera del restaurante, detrás suya salió Diego ese chico con ojos azules, alto, fuerte y moreno de piel. Toda la mesa estábamos hablando sobre el tema de ellos dos:

-      -Sería muy bonito que se liasen- Dijimos al unísono.
-      .Jo que se lien –dijo Raquel
-      -Es que si aunque solo se conocen de una tarde- dijo Silvia

Mientras tanto fuera estaba Cristina intentando quitarse los restos de arroz.

-      -Deja que te ayude- una voz salió de la nada

Cristina miro hacia delante y se topó con una camiseta color negra con unos pectorales marcados subió hacia arriba y vio a Diego.

-     - Menudo estropicio te han montado.-Dijo sonriendo y mostrando una sonrisa que derretiría a cualquier chica- Que ojos más bonitos tienes.¿Son las lentillas? – Dijo Diego para calmarla mientras le quitaba el arroz del ojo.

-      Cristina rió mientras que se dejaba ayudar-Que va son naturales – Sonrió Cristina- Por cierto tú no te quedas atrás-sonrió.
-      -Que va mujer los tuyos son los más bonitos que he visto en mi vida.
-      Con una risa tonta respondió cristina.-Gracias – Dijo Cristina sonrojándose – Gracias por ayudarme con esto.- señalando el ojo.
-       Nada lo que sea por una amiga.- Le sonrió Diego mientras se queda mirándola a los ojos.- Pues ya está todo .
-     - Gracias enserio.- Contestó Cristina sonriendo y le aguantó la mirada.



0